La capital de la nación búlgara, la hermosa ciudad de Sofía, fue el epicentro Ajedrecístico del momento, ya que durante el 24 de abril y el 11 de mayo albergó la justa máxima, el Título del Mundo de Ajedrez, en el cual el Campeón reinante, el "Tigre de Madrás" Viswanathan Anand expuso su corona ante el ex Campeón, el local Vesselin Topalov. Era el encuentro de dos potencias de diversa naturaleza, la solidez y fortaleza del hindú contra el juego para la galería del búlgaro.
Tras 11 rondas, el marcador reflejaba un tremendo empate a 5 1/2 puntos entre Campeón y retador, con solo una ronda por disputarse. La salida con las blancas le correspondería a Topalov, quien hasta ese momento no había perdido con esas piezas. Con el Título pendiendo de un hilo, el Campeón sacó todos sus trucos bajo la manga para revertir la tendencia, derrotar al búlgaro y retener el Título del Mundo de Ajedrez.
Las rosas, en definitiva, fueron para el Campeón reinante; y los aplausos para Topalov, quien se prodigó al máximo en busca de su objetivo.
