lunes, 13 de septiembre de 2010

ADIÓS A BENT LARSEN



El pasado 9 de septiembre, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, falleció el destacado GM Bent Larsen, genio y figura del Ajedrez de todos los tiempos. Un nuevo golpe para el Ajedrez, ya que anteriormente a la muerte de Larsen, en marzo nos dijo adiós el GM Vassily Smyslov.
Larsen aprendió a jugar al ajedrez a los 6 años, enseñado por un amigo de la escuela y más tarde por su padre. Su juego progresó lentamente, algo típico en los jóvenes jugadores daneses, y no destacó demasiado hasta llegar a la adolescencia.
A los 12 años llegó a sus manos un libro que trataba sobre el Gambito de Rey, este hecho marcaría su estilo de juego y su tendencia a usar aperturas de la época romántica que estaban totalmente en desuso. A esa edad comenzó a frecuentar un club de ajedrez de su ciudad y su nivel de juego se vio beneficiado por el contacto con jugadores más experimentados que él.Con sólo 14 años ya era considerado el mejor jugador de su ciudad natal, sus conciudadanos empezaban a intuir que se estaba fraguando una futura estrella del ajedrez.
El ambiente ajedrecístico de Tilsted ya no podía aportar nada nuevo a Larsen, por lo que decidió trasladarse a Copenhague, ciudad donde podría seguir con su progresión y donde podría continuar sus estudios. Durante esa época, debido a la atención que prestaba a su educación, sólo disputaba torneos juveniles, eso si, con resultados sobresalientes. Más tarde abandonaría sus estudios para dedicarse exclusivamente al ajedrez.
Con 19 años ya era considerado el mejor jugador de Dinamarca y jugaba en el primer tablero de la selección danesa en las competiciones internacionales. A esa misma edad obtuvo el título de Maestro Internacional, merced a su buena actuación en las Olimpiadas de Amsterdam, donde logró 13'5 puntos en 19 partidas. Esta gran actuación no sólo le sirvió para obtener el título de MI sino que le abrió las puertas de los torneos internacionales, los organizadores de todo el mundo querían contar con la nueva figura del ajedrez en sus torneos.
Su explosión definitiva se produjo en el año 1956. Tras ganar en varios torneos menores, Larsen encaminó sus pasos hacia Moscú para representar a su país en las Olimpiadas. Con sólo 21 años logró ser el mejor primer tablero de la competición (8'5 ptos en 11 partidas), por delante del todopoderoso campeón del mundo Mikhail Botvinnik. A la vista de este espectacular resultado la FIDE decidió concederle el título de Gran Maestro.
Los aficionados daneses esperaban con gran expectación la llegada de los torneos zonales e interzonales, tenían la esperanza de que su joven promesa pudiese clasificarse para el Torneo de Candidatos e incluso que llegase a luchar por el título mundial. Pero Larsen se topó con la burocracia, unos problemas con la Federación danesa de ajedrez hicieron que ésta le prohibiese jugar los torneos zonales. La decepción de Bent fue enorme y tuvo que esperar hasta 1958 para poder participar en un Interzonal, esto ocurrió en Portoroz y Larsen pagó cara su juventud sucumbiendo ante una dura competencia (Tahl, Gligoric, Petrosian, Fischer, Bronstein), para finalizar en 16º lugar muy lejos de la cabeza. Al final logró estar en el Torneo de Candidatos de 1959... como ayudante de Bobby Fischer.
Las victorias en torneos empezaron a llegar (Beverwijk 1960 y 1961, IBM 1961) y cuando no conseguía finalizar en primer lugar solía rondar los puestos de honor (esto es algo que haría durante toda su carrera, es muy raro encontrar un torneo donde Larsen no estuviese entre los 5 primeros clasificados).
Larsen empezaba a ser conocido por sus triunfos, pero también por su estilo tremendamente original. Enamorado de la época romántica, se preocupó de resucitar aperturas en desuso como el Gambito de Rey, la apertura vienesa y la apertura del alfil. Su juego era agresivo, con una idea fija en su cabeza: la victoria, para lograrla hacía gala de una fina técnica y de una gran comprensión de la posición. Remataba muchas de sus partidas con bonitos sacrificios de pieza, tal y como hacía Aaron Nimzowitsch, compatriota de Larsen que fue el espejo en el que se miró para desarrollar su estilo. De Nimzowitsch le vino el gusto por aperturas que comenzasen con 1.g3 y 1.b3, muy utilizadas en la época del hipermodernismo.
Por usar este tipo de aperturas, Larsen fue apodado "El romántico sin esperanza", él siempre prefirió esta forma de jugar, asumiendo muchos riesgos, que sumergirse en el sopor del juego posicional.
Pero volvamos a su extensa carrera. En 1964 volvió a probar suerte en un Interzonal, esta vez en Amsterdam. El juego de Larsen había progresado mucho y era considerado uno de los grandes favoritos. El danés no decepcionó a sus seguidores y logró el primer puesto compartido con Smyslov, Spassky y Tahl. Este gran resultado le daba plaza para el Torneo de Candidatos que se disputaría al año siguiente con el sistema de eliminatorias entre los 8 jugadores clasificados. Dicho torneo de candidatos supuso un muro infranqueable para Larsen, en cuartos de final se deshizo con facilidad de Borislav Ivkov, pero en semifinales se topó con Mikhail Tahl que consiguió derrotarle por un apretado 5'5-4'5.
Larsen había conseguido ganarse el respeto del mundo del ajedrez y lo cimentó aun más con varias victorias en torneos de alto nivel durante los años siguientes.
Tal vez su mejor año fue 1967, venció en 4 torneos y su peor puesto fue 3º en el torneo de Montecarlo. Además, ese mismo año se desplazó a Sousse para disputar de nuevo un Interzonal, Larsen había optado por prepararse jugando muchos torneos y la estrategia parece que funcionó ya que ocupó el primer puesto en solitario por delante de un gran elenco de figuras.
Esta gran actuación (el segundo fue Korchnoi, pero a 1'5 puntos de Larsen) le convirtió en el gran favorito para el Torneo de Candidatos que se jugaría al año siguiente. El formato volvía a repetirse: eliminatorias entre 8 jugadores. En cuartos de final confirmó su buen juego al eliminar a Lajos Portisch, pero volvió a caer en semifinales, esta vez ante Boris Spassky que por aquel entonces estaba en el mejor momento de su carrera y que a la postre sería el vencedor del torneo y más tarde nuevo campeón del mundo al derrotar a Petrosian.
Aun así, Larsen seguía teniendo una gran reputación y prueba de ello es que jugó el match URSS-Resto del Mundo del año 1970 y lo hizo en el primer tablero (el segundo tablero era Bobby Fischer).
En 1970 regresó a la dura lucha por el Campeonato del Mundo, en el Interzonal de Palma de Mallorca vuelvió a brillar quedando 2º a 4º, sólo superado por un memorable Bobby Fischer. En 1971 jugó su tercer Torneo de Candidatos, volviendo a superar los cuartos de final al derrotar a Wolfgang Uhlmann, pero de nuevo fue derrotado en semifinales, en esta ocasión ante el que luego se proclamaría campeón del mundo: Bobby Fischer. Esta derrota resultó muy dolorosa ya que Fischer ganó las 6 partidas que se disputaron en el match, la moral de Larsen quedó seriamente dañada y en los torneos que disputó durante ese año no logró ningún buen resultado.
En 1972 las "heridas" de Larsen ya habían cicatrizado y retomó la senda de la victoria al ganar varios torneos. Pero una vez más tropezó en su lucha por acceder al campeonato del mundo, en esta ocasión en el Interzonal de Leningrado, donde finalizó en 6º lugar quedándose fuera del ciclo de candidatos por primera vez en las 3 últimas ediciones.
El último intento real de poder ser campeón del mundo llegó en 1976. Su gran exhibición en el Interzonal de Biel (quedando primero por delante de Tahl, Petrosian, Smyslov y Portisch) no pudo ser confirmada en el torneo de candidatos, donde no superó los cuartos de final al caer derrotado ante Lajos Portisch (6'5-3'5). Tras esto, Larsen no volvió a alcanzar el nivel necesario para superar los Interzonales, quedando 7º en Riga 1979 y decidiendo desistir de su intento de ser campeón del mundo tras este mal resultado.
Se ha especulado mucho sobre las razones por las que un jugador del talento de Larsen no pudo llegar a luchar por el título de campeón del mundo, una de ellas, y la que parece más razonable, es que Larsen no tuvo ningún entrenador ni preparador a lo largo de toda su carrera, optó por prepararse en solitario leyendo todas las publicaciones de ajedrez que llegaban a sus manos. Esto era claramente insuficiente para afrontar los duros matches del torneo de candidatos, un entrenador hubiese ayudado a Larsen a buscar los puntos débiles de sus rivales y hubiese mejorado su repertorio de apertura Además le hubiese prestado una ayuda indispensable a la hora de analizar partidas aplazadas a altas horas de la madrugada.
A pesar de no ser campeón del mundo, hay que reconocer sus méritos y su gran palmarés. Su estilo de juego era bien recibido por los aficionados, que siempre disfrutan degustando buenas partidas de ataque. Larsen era un luchador nato, las derrotas no parecían afectarle y en la ronda siguiente jugaba todavía con más brío. Para él solo existía una posición valida en un torneo: el primer puesto, no entendía la manía de algunos jugadores de hacer tablas rápidas, su opinión a ese respecto era clara: "No entiendo a los jugadores que no pierden ninguna partida y al final quedan en 5º lugar. Por supuesto es otra cosa cuando el que evita las derrotas es el ganador". De hecho su libro "Jugando a ganar" es una declaración de intenciones en contra de las tablas sin lucha, Larsen siempre fue claro a este respecto, sólo aceptaba tablas en posiciones muertas, sino seguía luchando hasta el final... muchos GM actuales podrían aprender muchas cosas de Bent.
Larsen era una persona muy culta, hablaba 8 idiomas y tenía conocimientos sobre muchas materias... en un torneo en Galicia sorprendió a toda la concurrencia al recitar de memoria pasajes enteros de "Hamlet", obra de William Shakespeare. Fue un jugador muy querido y admirado por sus rivales, de carácter amable, agradable y de naturaleza optimista, nunca tuvo malas relaciones con ningún jugador.
Esta es la opinión de uno de sus rivales que sufrió el juego de Larsen en sus propias carnes: Lev Polugaevsky : "Su estilo era original y sólo propio de él, mezclaba distintos estilos, jugaba las aperturas de los románticos de forma moderna. Atacaba y defendía con similar destreza. Su juego denota una amplia cultura ajedrecística y una buena disposición a la lucha. Larsen era un gran amante del ajedrez, leía todas las publicaciones novedosas y siempre hacía descubrimientos teóricos que aplicaba en los torneos importantes buscando sorprender a sus rivales".
Como ejemplo de la originalidad del estilo de Larsen baste observar sus partidas en el Torneo de Le Havre en 1966, el torneo fue ganado por Larsen con autoridad: 9/11 y 1'5 ptos de ventaja sobre el segundo clasificado, pero lo sorprendente fue que en 10 de las 11 partidas Larsen movió dos casillas ambos peones de torre en algún momento (a4 y h4 con blancas, a5 y h5 con negras), esto es algo que se sale de la teoría ya que lo normal es avanzarlo una casilla, ¡sobre todo si se trata del peón de torre del enroque!
Para conocer lo que el ajedrez significada para Larsen echemos mano del siguiente extracto de una de sus entrevistas, en el que define que características debe tener un buen jugador de ajedrez: "Un jugador de ajedrez debe tener voluntad para ganar, autocontrol, conocimiento de la lógica y la psicología, buen ánimo, gran imaginación, capacidad de cálculo y capacidad de concentración".
Para desgracia del ajedrez, Bent Larsen falleció el 9 de Septiembre de 2010. Ese día su corazón dejó de latir y este deporte perdió a uno de sus genios más originales, a una de las personas que más le amaba y a uno de sus artistas más destacados. Sin Larsen parece que una de las épocas doradas del ajedrez nos queda todavía más lejos, unos tiempos donde se dieron cita numerosos jugadores de gran talento, donde la mayoría no especulaba con el resultado y donde se estudió e innovó enormemente en la teoría de aperturas.
Desde esta tribuna, nos sumamos al luto que envuelve al mundo del Ajedrez.
Dónde quiera que estés...¡Adiós, Maestro Bent Larsen!

BENT LARSEN
04 DE MARZO DE 1935 - 09 DE SEPTIEMBRE DE 2010